Un buen animal doméstico es el que es capaz de soportar el rigor de su reproducción y desarrollo en cautividad, sin deterioro ni disminución notables en su aspecto y salud. En la criaza de hamsters se ha prosperado y aportado razas fuertes y de variados colores.
Actualmente hay incontables millones de hamsters que proporcionan distracción y afecto a sus propietarios. Son especialmente adecuados como animales domésticos por su gracia, docilidad y fácil mantenimiento.
Son animales pequeños, lo que significa una alimentación y un mantenimiento barato. Viven confortablemente en pequeños habitáculos que ahorran grandes dispendios para su cobijo. En las tiendas especializadas se encuentran buenas jaulas a precios muy accesibles, pero un acuario inservible o una jaula de pájaros desechada también sirve.
Se acomodan en la palma de la mano, más grandes y mas bonitos que un ratón. Es divertido acariciarlos y no despiden ningún olor. Son prácticamente mudos, por lo que no emiten ruidos molestos.
Son ideales para apartamentos y viviendas pequeñas. Son mansos y tranquilos por naturaleza y se vuelven cariñosos tras un corto período de tiempo dedicado a su educación.
El hamster es muy divertido. Se sienta en sus patas traseras y agarra cualquier cosa que esté a su alcance. Le gusta hacer acrobacias y también comer de la mano de su dueño, jugar y recibir caricias.
Al contrario de la creencia popular, los hamsters no son mascotas adecuadas para niños pequeños, ya que son muy delicados y se tienen que manejar con cuidado. Son mascotas ideales para niños mayores de 10 años, adolescentes y adultos.
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